lunes, 27 de abril de 2015

Don Quijote de la Mancha. IV centenario de la 2ª parte.



DON QUIJOTE DE LA MANCHA



Se trata de la obra más famosa de Cervantes. Fue publicada en dos partes. La primera en 1605 con el título de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha y la segunda en 1615 con el de Segunda parte del ingenioso caballero Don Quijote de la Mancha.

Los conocidos molinos del Quijote, en Campo de Criptana:




La acción de la primera parte



Alonso Quijano, hidalgo que anda por los cincuenta años, pierde el juicio leyendo libros de caballerías. Confunde, pues, la realidad con la ficción. En una primera salida en solitario, don Quijote es armado caballero por un ventero. En la segunda salida, acompañado por un labrador de su pueblo, Sancho Panza, se suceden numerosos episodios en los que se parodian los libros de caballerías.




Don Quijote y Sancho salen sin más fin que el de vivir aventuras, pero al dejar en libertad a unos cautivos, Sancho decide que deben ocultarse en Sierra Morena para huir de la justicia. Allí Don Quijote decide hacer penitencia imitando al caballero Amadís de Gaula. Sancho parte entonces a llevar una carta a Dulcinea y en la venta donde había estado con anterioridad se encuentra con el cura y el barbero de su pueblo. Estos al tener noticia por Sancho de lo ocurrido deciden disfrazarse de princesa Micomicona y de su escudero para intentar engañar a Don Quijote y devolverlo a casa. Sin embargo, ya en Sierra Morena, se encuentran con una joven hermosa y rica labradora, Dorotea, que hará a la perfección el papel de princesa hasta conseguir, que Don Quijote, creyéndose encantado, vuelva enjaulado a su pueblo.





La acción de la segunda parte

En la segunda parte, ante las críticas recibidas por la inserción de episodios ajenos a la acción principal, Cervantes apenas incluye algún episodio extraño, como el de las bodas de Camacho. Esto obligó al autor a que los protagonistas dialogaran continuamente, lo que enriquece el carácter de ambos personajes. El primero, un loco con lúcidos intervalos, y el segundo, un hombre sin letras pero de gran inteligencia natural. Por primera vez en la historia de la novela conocemos todo lo que hablan dos personajes en unos pocos días de un verano a través de un relato de más de mil páginas. De esta manera los caracteres de los personajes se hacen más complejos y se humanizan.

La tercera salida tiene por objeto la participación de Don Quijote en las justas que para la festividad de San Jorge iban a celebrarse en Zaragoza. Poco antes de llegar, unos duques acogen en su palacio a los protagonistas. Durante esta estancia Sancho es nombrado gobernador de la Ínsula Barataria, cargo que lleva a cabo con sabiduría y prudencia. Allí la acción se bifurca: se narran por un lado los sucesos que ocurren a Don Quijote y por el otro los que ocurren a Sancho. Después, los dos juntos de nuevo se dirigen a Zaragoza, pero en una venta cercana descubren que ha sido publicada la segunda parte apócrifa de Avellaneda (publicada en 1614) y deciden desmentir al falso historiador y no pasar por esta ciudad. Parten hacia Barcelona, donde son tratados con gran afecto y en su playa Don Quijote será vencido por el bachiller Sansón Carrasco, quien representando al “Caballero de la blanca luna”, le exige volver a su pueblo y no salir a vivir nuevas aventuras hasta pasado un tiempo. Nada más llegar a casa, Don Quijote cae enfermo y muere a los pocos días habiendo recobrado el juicio.









Características de la novela


La intención de Cervantes al escribir la novela era parodiar los libros de caballerías, tan de moda en la época, tomando como modelo dos de los más importantes: Amadís de Gaula y Tirant lo Blanch. Don Quijote es una persona idealista que quería dedicar su vida a ayudar a los necesitados y a impartir justicia, cosa que consigue transformando la realidad y actuando como si viviera en una novela de caballerías medieval, en una época en la que ya no existen los caballeros ni los valores que representan. Por ello podemos decir que en su locura está la grandeza.



Cervantes, a través de Don Quijote, un loco, realiza una fuerte crítica a la sociedad de su época. Así mismo, también podemos encontrar en la obra crítica literaria pues los personajes hablan de literatura y en la obra se sintetizan los géneros literarios de la época.


Estilo

El estilo de la obra es sencillo y llano, pero sólo en apariencia, pues un detallado análisis revela el sabio manejo de numerosas figuras retóricas (ironías, elipsis, juegos de palabras, antítesis, etc.), con las que el autor consigue dar singulares perspectivas a su relato.

Los personajes presentan una cuidada caracterización lingüística que los define. Así, Don Quijote emplea diversas variantes lingüísticas, según los personajes y las circunstancias.

El habla de Sancho es menos variada, más regular, ya que no participa de la visión de su señor, aunque a veces se contagia de las locuciones de éste. Se caracteriza, por su parte, por el uso de refranes. Otra característica del habla de Sancho, además de su irreprimible charlatanería, es la deformación de las palabras cultas. Don Quijote se esfuerza inútilmente en corregirlo.

Cabe destacar también dentro del estilo de la obra el manejo del suspense que el autor hace en algunos capítulos.


EL QUIJOTE DE AVELLANEDA

1614 apareció en Tarragona una continuación apócrifa de la primera parte del Quijote. Su autor aparecía bajo el nombre de Alonso Fernandez de Avellaneda. Parece que no existió ninguna persona con ese nombre por lo que es posible que se tratara de alguien que quería aprovecharse del éxito de Cervantes y que probablemente le tenía antipatía, pues en el libro le menosprecia y ridiculiza.

Un año después salió a la luz la segunda parte del Quijote en la que Cervantes arremete contra Avellaneda, quien probablemente había tenido acceso a los escritos de Cervantes antes de la publicación de los mismos.


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